23 Dic Incentivos regulatorios para la implantación de proyectos de autoconsumo energético en polígonos y áreas empresariales.
El pasado mes de noviembre el Boletín Oficial de Galicia publicaba el texto de la Ley 2/2024, de 7 de noviembre, de promoción de los beneficios sociales y económicos de los proyectos que utilizan los recursos naturales de Galicia. Este ambicioso marco legal busca favorecer el desarrollo de proyectos que utilicen nuestros recursos naturales, garantizando que sus beneficios se distribuyan de manera justa entre la población y las empresas gallegas. Entre las iniciativas que busca impulsar se encuentran los proyectos de autoconsumo basados en energías renovables en polígonos y áreas empresariales a los que dedica su Título V.
El objetivo es claro: potenciar el uso de energías renovables como la solar, la eólica o la geotermia dentro de los parques empresariales, no solo como una fuente de energía más limpia, sino también como una manera de reducir costes y aumentar la autonomía energética de las empresas.
Flexibilidad en la implantación.
El artículo 51 de la ley establece que las instalaciones de energía renovable podrán implantarse en una amplia variedad de espacios dentro de las áreas empresariales. Además de en las cubiertas y de en las parcelas lucrativas, se permitirán instalaciones en zonas de retranqueo y espacios libres de edificación. Además, en el caso de las instalaciones destinadas al uso colectivo o al de las impulsadas por comunidades energéticas, también podrán implantarse en las zonas verdes y espacios libres comunes del área empresarial.
En este sentido, la ley asegura que las ordenanzas urbanísticas de los parques empresariales deberán interpretarse de forma que favorezcan la implantación de proyectos de energías renovables. Por ejemplo, se permitirá que las infraestructuras de energía puedan superar las alturas máximas establecidas en la normativa local, y no computarán a efectos de edificabilidad, lo que abre la puerta a una mayor expansión de estos proyectos sin que interfiera con las construcciones ya previstas.
Además, se fomenta la colaboración público-privada, permitiendo a las entidades de conservación, gestión y modernización de los parques empresariales o las comunidades energéticas formalizar acuerdos con los promotores del parque, ayuntamientos u otros organismos para gestionar colectivamente las infraestructuras y servicios de energías renovables. Esto incluye la posibilidad de usar el subsuelo de vías públicas para el paso de canalizaciones de energías renovables, facilitando la conexión de los parques con las redes generales de suministro y potenciando el uso compartido de la infraestructura energética.
En este sentido, la ley destaca que las infraestructuras de energías renovables en régimen colectivo podrán ser calificadas como infraestructuras de utilidad pública o interés social. Esta clasificación agilizará los procesos administrativos vinculados a su puesta en marcha y permitirá acceder a distintos incentivos de naturaleza fiscal y financiera.
Facilidades de acceso al suelo.
Así mismo, la ley establece que Xestión do Solo de Galicia – Xestur, S.A. fijará criterios en las bases de los concursos de venta y concesión de derechos de superficie de las parcelas de sus parques empresariales, que primen el acceso a las mismas a aquellas empresas que en sus proyectos incluyan la instalación de equipamientos destinados al autoconsumo energético. Algo a tener muy en cuenta, al ser Xestur el principal promotor de suelo empresarial de nuestra comunidad autónoma.
Un paso hacia el futuro energético de Galicia.
El autoconsumo energético, tanto individual como colectivo, ofrece múltiples ventajas económicas y de autonomía para las empresas. Desde el punto de vista financiero, permite reducir de manera significativa los costes asociados al consumo eléctrico. Al generar su propia energía renovable, las empresas pueden mitigar el impacto de las fluctuaciones en los precios de la electricidad y beneficiarse de incentivos fiscales disponibles para este tipo de iniciativas. Además, la autonomía energética que proporciona el autoconsumo refuerza la certidumbre operativa de las empresas, disminuyendo su dependencia de proveedores externos y posibles interrupciones en el suministro.
En el caso del autoconsumo colectivo, como el promovido las denominadas comunidades energéticas, permite aprovechar economías de escala y optimizar el uso de infraestructuras compartidas. Así, este modelo no solo contribuye a la transición energética, sino que también consolida a las empresas como agentes clave en la construcción de un sistema energético más robusto y sostenible.
En Estudio Atlántico nos ponemos a disposición de las entidades y administraciones responsables de la gestión de polígonos y áreas empresariales para liderar la puesta en marcha de las denominadas Comunidades Energéticas Industriales. Una tarea que requiere un conocimiento real de la cultura empresarial de nuestro tejido productivo, de proveedores tecnológicos de confianza, de las diversas alternativas para financiar su puesta en marcha, así como de los posibles modelos de gestión y gobernanza. Tu éxito nuestra prioridad.